Hace cinco meses, de una forma muy sencilla, empecé una carrera que espero nunca vea acabar.
Dos criaturas están cobrando forma y muchas mas cosas en el interior de mi amada mujer, y yo sin ningún esfuerzo estoy ante la gran experiencia vital, de la paternidad.
No sufro nauseas, ni mareos, ni dolores, ni patadas, pero en mi se van creando esperanzas, ilusiones, ganas de educar, de formar, de enseñar cosas a esas dos nuevas personitas aún sin sexo conocido.
Mañana, si ellos/ellas quieren y no nos enseñan el culete, veremos que son, y de nuevo soñare con nuevas sensaciones, si so niñas estoy en enorme minoría, y me convertirán en una especie de chofer sonriente, o serán dos raulitos con la mala leche de su padre, o uno de cada.
Da igual he pensado en tantas posibilidades, pero esta formación nuevemesina que sufro, me hace solo pensar en que estén sanos y bien, dandome igual su sexo.
Espero mis pequeños que algún día cuando ya leáis, echéis un vistazo a lo nervioso que estaba vuestro padre, y aunque cuando lo hagáis penséis de mi que soy un señor seguro de mi mismo, estar seguros de que no siempre lo estuve.
3 comentarios:
....vas a estar aprendiendo toda la vida, así q respira hondo (vigila no hiperventiles) y relájate, xq este temor nunca te abandonará, simplemente es la vida....aprende a vivir con este miedo, xq de disfrutar este miedo saldrá toda tu felicidad....
Muchisísisisimas felicidades!!
Muchos ánimos en esa nueva tarea, esa nueva vida que os espera en la que no tengo ninguna duda acerca de lo bien que lo vas a hacer como papá. Entre otras cosas porque esos peques van a tener unos padres geniales que tendrán sus virtudes y sus defectos, pero las cosas fundamentales bien claras. Una de ellas admitir que nunca dejarás de aprender, como padre, como marido, en fin, como ser humano. Ése es uno de los valores más grandes que se le puede transmitir a la siguiente generación.
Un abrazo bien gordo!!
gracias
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